Ni fuego,ni cenizas
ni calma,ni tempestad
ni en tú casa,ni en la mía
ni fiestas de guardar.
Y sin embargo
dos ratos tiene el día
cuando pienso en ti
y cuando te sueño.
De miradas y piel
de corazones afines
de amaneceres sin Sol
y noches oscuras.
Dame hoy el pan de cada día
y perdonamos las ofensas
ande yo caliente
como si truena.
La mente se lamenta
la luna quema la piel
hace frío aquí dentro
y siempre allá fuera.
Esas peras caen del árbol
sin que nadie las recoja
por miedo al que dirán
por lastima ajena.
Mientras el campo
siente el azote del viento
la lluvia le da de beber
y el Sol eterna vida.
Amor y Salud
La mitad de nada... a menudo ya es casi un todo.
ResponderEliminarUn beso.
Zarzamora,al igual que las brasas frías de un hoguera...
EliminarUn besuco.